lunes, 10 de octubre de 2016

blog 2º

Aquí os dejo el enlace al blog que hice en la clase de 2ºA con muchos trabajos que podrían ser de utilidad para muchos casos.

https://sites.google.com/site/portafoliojuanma21julio/

La expulsión de los judíos

LA EXPULSIÓN DE LOS JUDÍOS

Los reyes Católicos en 1492 ordenaron la expulsión de los judíos mediante el Edicto de Granada, de impedir que siguieran influyendo en los nuevos cristianos para que se pasaran al judaísmo. La decisión de prohibir el judaísmo está relacionada por la instauración de la inquisición catorce años antes de la Corona de Castilla y nueve en el caso de la Corona de Aragón, porque precisamente fue creada para perseguir a los judeoconversos(que son los judíos convertidos a cristianos) que seguían practicando su antigua fe.

La medida firmada por los Reyes Católicos en Granada no fue una excepción en Europa, salvo por tardía, a pesar de la fama de antisemitas que arrastran los monarcas. Las expulsiones y agresiones a poblaciones judías, para esconder los verdaderos problemas sociales, fueron constantes durante toda la Europa medieval.

Salvo en España, los grandes reinos europeos habían cometido varias ráfagas de expulsiones desde el siglo XII, en muchos casos de un volumen poblacional similar al de 1492.

La expulsión de los judíos de España fue firmada por los Reyes Católicos el 31 de marzo de 1492 en Granada. Lejos de las críticas que siglos después recibió en la historiografía extranjera, la cruel decisión fue vista como un signo de modernidad y atrajo las felicitaciones de media Europa. Los que abandonaron finalmente el país pertenecían a las clases más modestas.

¿Qué tuvo entonces de diferente esta expulsión? Lo llamativo del caso español está en lo tardío respecto a otros países y en la importancia social de la que gozaban los judíos en nuestro país. Aunque no estuvieron exentos de episodios de violencia religiosa , los judíos españoles habían vivido con menos sobresaltos la Edad Media que en otros lugares de Europa. En la corte de Castilla los judíos ocupaban puestos administrativos y financieros importantes.

No obstante, la cifra de judíos en España sí era especialmente elevada en comparación con otros países de Europa. En tiempos de los Reyes Católicos, siempre según datos aproximados, los judíos representaban el 5% de la población de sus reinos con cerca de 200.000 personas. De todos estos afectados por el edicto, 50.000 nunca llegaron a salir de la península pues se convirtieron al Catolicismo y una tercera parte regresó a los pocos meses alegando haber sido bautizados en el extranjero. Algunos historiadores han llegado a afirmar que solo se marcharon definitivamente 20.000 habitantes.

 

 

Feudalismo en la Edad Media

FEUDALISMO EN LA EDAD MEDIA

Fue un sistema contractual de relaciones políticas y militares entre los nobles de Europa occidental durante la alta edad media. El feudalismo se caracterizó por la concesión de feudos (casi siempre en forma de tierras y trabajo) a cambio de una prestación política y militar, contrato sellado por un juramento de homenaje y fidelidad.

    PLENITUD

    El feudalismo alcanzó su madurez en el siglo XI y alcanzó su gloria en los siglos XVI y           XVII.

   Al conquistar a los que ejercen una autoridad suprema e independiente, a finales   del            siglo XI, como el sur de Italia, Sicilia e Inglaterra, se establecieron en todas estas zonas
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España también obtuvo un  cierto tipo de feudalismo en el siglo XII, al igual que el sur de Francia, el norte de Italia y los territorios alemanes. Incluso Europa central y oriental conoció el sistema feudal durante un cierto tiempo y sobre todo   cuando el Imperio bizantino se feudalizó tras la cuarta Cruzada.
     
En su forma más clásica, el feudalismo occidental reconocía que casi toda la tierra pertenecía al príncipe que ejercía en esos tiempos. El príncipe cedía los feudos a sus hijos barones, los cuales le rendían el obligado juramento de homenaje y fidelidad por el que prestaban su ayuda política y militar, según los términos de la cesión. Los nobles podían ceder parte de sus feudos a caballeros que le rindieran, a su vez, homenaje y fidelidad y les sirvieran de acuerdo a la extensión de las tierras concedidas.

De este modo si un monarca otorgaba un feudo de doce señoríos a un noble y a cambio exigía el servicio de diez caballeros, el noble podía ceder a su vez diez de los señoríos recibidos a otros tantos caballeros, con lo que podía cumplir la prestación requerida por el rey. Un noble podía conservar la totalidad de sus feudos bajo su dominio personal y mantener a sus caballeros en su autoridad, alimentados y armados, todo ello a costa de pagar las prestaciones debidas a su señor a partir de su propio patrimonio y sin establecer relaciones feudales con inferiores, pero esto era raro que sucediera ya que los caballeros deseaban tener sus propias autoridades.

   OBLIGACIONES DEL VASALLO

La prestación militar era fundamental en el feudalismo, pero estaba lejos de ser la única obligación del vasallo con su señor. Cuando el señor era propietario de un castillo, podía exigir a sus vasallos que le dejaran de forma fija en un pueblo para defenderlo, en una prestación denominada ‘custodia del castillo’. El señor también esperaba de sus vasallos que le atendieran en su corte, con objeto de aconsejarle y de participar en juicios que afectaban a otros vasallos.

l      AUTORIDAD REAL

Los monarcas, durante toda la época feudal, tenían otras fuentes de autoridad además de su señorío feudal. El “renacimiento del saber clásico”, supuso el resurgimiento del Derecho romano, con su tradición de poderosos gobernantes y de la administración territorial. La Iglesia consideraba que los gobernantes lo eran por la gracia de Dios y estaban revestidos de un derecho sagrado.

El florecimiento del comercio y de la industria dio lugar al desarrollo de las ciudades y a la aparición de una incipiente burguesía, la cual exigió a los príncipes que mantuvieran la libertad y el orden necesarios para el desarrollo de la actividad comercial. Esa población urbana también demandó un papel en el gobierno de las ciudades para mantener su riqueza.